sábado, 6 de noviembre de 2010

UNA GRAN SATISFACCION


El pasado fin de semana fue inolvidable. Mi prima Celia y yo fuimos a visitar a mi tía Julia. Ella, tiene una librería en un precioso pueblo de Jaén llamado Ubeda. Me encanta ir allí porque siempre le ayudo en su trabajo. Cuando llegamos, nos esperaba en la plaza principal. Mi tía no es guapa pero su aspecto es agradable. Sus ojos son de color azul intenso, la nariz es puntiaguda y pecosa y siempre lleva el pelo alborotado. Después de un cálido abrazo nos dirigimos a la librería. Es pequeña pero acogedora y huele a papel viejo. Las estanterías están pintadas de rojo y los libros se amontonan en ellas. Mientras mi tía atendía a una señora que preguntaba por un libro de cocina, entró un niño de unos diez años. Su rostro parecía triste y desilusionado. Se acercó a mí y dijo:

- He perdido el interés por la lectura ¿Tienes algún libro que me entusiasme de verdad?
- Claro, te ayudaré. Lo encontraremos juntos -respondí.
- Vamos a ver, ¿te gustan los libros de aventuras, humor o ciencia ficción?
- Por supuesto, ciencia ficción -contestó.
- ¿Los prefieres con grandes dibujos?
- Claro que sí, son más bonitos.
- Entonces ya sé cual es tu libro perfecto: "Viaje a un planeta desconocido" -dije.

Me di la vuelta y cogí el libro. Vi como los ojos del niño se iluminaron y su rostro pasaba de estar triste a emocionado. Me pagó rápidamente, cogió el libro y salió corriendo de la librería. Me sentí muy contenta porque no sólo había vendido un libro sino, porque además, había devuelto el interés por la lectura a alguien.